Presentación de "DESDECIR" de Enrique Cabezón en Barcelona

Han tenido que pasar 3 meses para que se conjuntaran intención y oportunidad para escribir esta entrada, que quería hacer con la calma que merece.

El lejano 23 de mayo, a las 18:00 de la tarde, en el Ateneu de Barcelona había una presentación conjunta de dos poemarios: "DESDECIR" de Enrique Cabezón y "POBREZA" de Viktor Gómez. Me enteré del evento por Vicente F. Hurtado, compañero de letras en la Escuela de Fantasía que me recomendó que asistiera y me encomendó una tarea a realizar: decirle a Enrique Cabezón que le debía una firma. Me pareció divertido que le debiese una firma cuando ambos viven en la misma ciudad y también, conociendo a Vicente, no sabía si se trataba de un mensaje, un recordatorio o una amenaza velada jejeje por esa incertidumbre solamente ya valía la pena plantarme allí y ver la cara de Enrique cuando un desconocido le trasladase el mensaje.

El evento estaba organizado por un colectivo de escritores que desconocía, el Laberinto de Ariadna, y durante la presentación me enteré que habitualmente organizan encuentros así en que los miembros del colectivo de escritores se reúnen en una presentación y tertulia con poetas que les llamen la atención. Me pareció una iniciativa fabulosa.

Pero dejemos el preámbulo y pasemos a la presentación. 

Llegué el Ateneu pensando que sería una presentación más o menos pública y me sentí algo desorientado cuando las indicaciones me llevaron a un pequeño ascensor, a una última planta y a una aula al final de un pasillo en que, cuando llegué, solo había un par de personas. No puedo decir que resultara incómodo porque nadie me transmitió incomodidad pero con los minutos fui siendo consciente de que ese evento era algo no cerrado pero sí más una reunión de amigos que una presentación pública así que algunas miradas de "quién será este chico" me llevé, sobre todo al principio, cuando la gente iba entrando, se iba saludando con efusividad y compartían bromas y chascarrillos.

Con algo de retraso y con el aula prácticamente llena comenzó la presentación.

La maestra de ceremonias, Isabel Mercadé, hizo una breve presentación de los dos poetas para después dejarles presentarse a sí mismos y explicar la relación de amistad y de puntos de unión en la poesía que les unían.

(en la foto queda patente el sentido del humor del que hizo gala Viktor en toda la presentación, en este caso poniéndole unos cuernos a Enrique que debieron quedar inmortalizados en varias fotos)

Una vez presentados, la moderadora, se centró en las obras que presentaban hablando sobre ellas, qué sensaciones e impresiones le habían transmitido durante su lectura y mostró hacia el público varias páginas para que viéramos como estaban plasmados de los poemas, que sobre todo en el caso de Enrique, era bastante relevante para comprender cual era la estructura y la idea subyacente a su poemario. También leyó varios poemas, algunos de los que más le habían gustado a ella.

Los autores tuvieron también su turno para explicar su visión de las obras y leer poemas con su propia voz. Si no recuerdo mal, Viktor, sacó unos papeles plegados y regaló a los asistentes algún poema de reciente creación no presente en el poemario que presentaba.

(Víktor Gómez)

(Enrique Cabezón)

Una vez terminada la exposición fue el turno del debate y preguntas que se alargó durante otra buena media hora y fue también muy interesante aunque, debido a mis limitados conocimientos de poesía contemporánea, me perdí en más de una referencia a poetas y en más de una idea sobre estructura compositiva y corrientes poéticas actuales.

Tras el debate se dio por concluida la parte más oficial del evento que continuaba, para quién así lo desease, tomando algo en el bar del Ateneu. Ahí es donde hubo unos minutos para las firmas y donde pude aprovechar para comprar un ejemplar de "DESDECIR" y transmitir el mensaje de Vicente a Enrique que primero se quedó con cara de sorpresa y extrañeza y, después, tras ponerle en antecedentes, ya me relacionó con varios mensajes cruzados en twitter a raíz de la presentación.

Al final no pude quedarme a tomar algo porque entre el rato de las firmas, la bajada a pie desde el quinto piso y la búsqueda, algo infructuosa,  de una mesa en que cupiéramos todos se hicieron más de las ocho de la tarde. Sin embargo, en todos esos pasos, fui charlando con Enrique que me pareció una persona muy maja y cercana y me marché de allí con una amplia sonrisa.

Enrique, si lees esto (que espero que sí a pesar de mi imperdonable retraso), espero que nos podamos ver el próximo mes de octubre que, si todo va bien, estaré por Logroño para la presentación de la antología Brumas de la Escuela de Fantasía. 

Os dejo con una última foto, recién tomada, de la firma de Enrique en mi ejemplar de "DESDECIR".